Los Doberman es un proyecto de laboratorio in situ para
la escena, basado en la intervención a zonas de riesgo por una pareja anónima
de squatters que explora las diversas traducciones
del lenguaje de la guerra a partir de sus diferentes restos esparcidos por las
ciudades. Un ensayo violento, sobre las vertientes y colindancias de la memoria
en el terreno de la pólvora, el grito, la rabia, el clandestinaje y la
implicación del silencio como exilio a partir del uso documental de los
fragmentos de realidad que integra el gran inventario criminalístico del país.
Escrita y dirigida por Ángel Hernández, ofrecerá una temporada dentro de la red
de sedes que conforma el programa Teatro para el fin del mundo durante los sábados de septiembre y octubre.
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